La fotografía de alimentos es una de las más comunes, nos rodea constantemente: fotos de gente en restaurantes, cajas de comida congelada, revistas, publicidades de supermercados... Al mismo tiempo, este tipo de fotografía trata una de las técnicas más difíciles, y requiere un minucioso trabajo de preparación, composición e iluminación.
Fotografiar alimentos ayuda a mejorar la técnica fotográfica, ya que hay que concentrarse en el resultado de la imagen más que en cualquier otro tipo de fotografía. A continuación, daremos una serie de consejos para quienes quieran realizar fotografías de este tipo:
- El plato: Tiene que estar preparado con mucho cuidado, además de estéticamente decorado. Los platos más vacíos parecen más elegantes frente al objetivo, y tienen que estar limpios y libres de manchas.
- El entorno: Tan importante como la comida, no solamente tiene que ser estético sino estar relacionado de alguna forma con nuestro objetivo.
- La iluminación: Es el factor más importante de este tipo de fotografía. La luz natural consigue resultados sorprendentes, aunque utilizar luces pequeñas ayudará a resaltar las texturas.
- El balance de blancos: Una ausencia de un buen balance puede convertir una comida apetitosa en una imagen pálida y completamente falsa.
- El enfoque: Dependiendo el objetivo de la imagen, se realizarán fotos con mayor profundidad de campo para mostrar todo el plato, o se enfocará a un elemento visual significativo.
Como curiosidad, hay muchos otros trucos dentro de esta profesión. Utilizar aceite para resaltar brillos o colocar los alimentos en el microondas para producir vapor son algunos de ellos. Sin embargo, con un plato delicioso y un buen fotógrafo es suficiente para conseguir los resultados deseados.
Autora del post: Carla Del Río Carvajal
No hay comentarios:
Publicar un comentario